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Samuel Sánchez
Culiacán, Sinaloa (Café Negro Portal).- “No queremos despensas ni que nos repares los daños. Bien que nos hiciste hasta posada y ahora no nos quieres dar la cara”, recriminaron habitantes de Jesús María al gobernador Rubén Rocha Moya en Palacio de Gobierno al asegurar que lo ocurrió el pasado jueves no fue una captura, sino una guerra.
En decenas de camiones los habitantes de esa comunidad se movilizaron hacia el edificio estatal, portaron pancartas donde exigieron justicia y la salida inmediata del Ejército Mexicano.
En todo momento buscaban exponer la problemática a Rocha Moya, pero al cerrarles las puertas los guardias de seguridad, iniciaron los forsejeos que terminaron por quebrar los cristales de las puertas de acceso.
Con gran enojo, los habitantes de esta comunidad, epicentro del operativo de captura de Ovidio “N”, contaron que fueron tres días sin tomar agua, alimentos y estar sin energía eléctrica y que esto a ninguna autoridad le importó.
Los pobladores dejaron en claro que con una bolsa le lentejas, frijol y arroz no los comprarán. Es más, no necesitan ni su apoyo, su única intensión es vivir en paz de nuevo y no aterrorizados.
“Nosotros queremos que salga Rocha Moya, queremos a Rocha, que saque al gobierno del rancho, nosotros queremos un rancho seguro ya. Ayer se metieron más de 40 militares y de la Guardia Nacional, nos roban en la casa, todo se roban, queremos paz, queremos trabajar, queremos un rancho seguro”, dijo una mujer, quien aseguró que por esta situación no puede acudir a su espacio de trabajo.
Otra habitante con gran enojo recordó lo acontecido el pasado 5 de enero, donde los militares apuntaban con sus armas largas por tierra y aire a todo mundo, sin importar que se tratara de gente inocente o bebés.
“Sacaron a personas inválidas para darles auxilio porque les balacearon sus casas, había muchos destrozos Los niños tienen mucho miedo, ya no quieren ir a la escuela, ven al gobierno y piensan que les van a tirar. Nosotros queremos paz, nuestro rancho no es problemático, somos gente trabajadora, esto es una injusticia. Esto no fue una captura; fue una guerra lo que hicieron, expresó.
Recordó que el mes pasado de diciembre el gobernador Rocha Moya acudió a la comunidad para llevar bicicletas y otros apoyos como parte de una posada y ahora en medio de esta “catástrofe” no les da la cara.
Tras la insistencia de los manifestantes se permitió el acceso a un grupo de ciudadanos y a representantes de Derechos Humanos.
Los afectados aseguraron que cesarán las protestas hasta que se retire el Ejército de Jesús María.
