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Irene Medrano Villanueva
Así en los primeros minutos de este viernes, iniciaron las campañas de los candidatos de la oposición y de Morena, donde una joven desconocida para la mayoría de los sinaloenses, con un discurso fresco y esperanzador, nubló la arenga anquilosada y repetida de un hombre que a veces pretendía ser chavorruco y otras presentarse como un hombre simpático, bonachón y hasta envalentonado.
Frente a Catedral, la candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, de los partidos PRI, PAN, PRD y PAS, Paloma Sánchez Ramos, de la que prácticamente sólo los mazatlecos la conocían, dio la sorpresa; en la madrugada se le veía lozana, alegre, amable y con esa belleza que caracteriza a las mujeres sinaloenses.
Con un discurso bien articulado se presentó ante sus seguidores, llamando a los sinaloenses a dejar el miedo a un lado.
“Me comprometo a dejar mi corazón y mi alma entera en esta campaña porque, escúchenlo bien, aunque amenacen, presionen y nos acosen para tratar de meternos miedo, yo no me voy a bajar de esta contienda; porque yo no voy a renunciar a defender a Sinaloa”, dijo con voz tranquila.
De entrada y ante la arenga de quienes la acompañaron refirió que hoy se inicia un proceso con dos proyectos muy diferentes para Sinaloa, el de los buenos, el de los honestos, el que defiende lo que está bien hecho o el de los malos gobiernos, que ponen en riesgo nuestras libertades y hasta nuestra propia vida.
“El PRI, PAN, PRD, la sociedad civil y todos los aliados de bien que se han sumado a esta causa tenemos una ventaja que no tienen nuestros adversarios: nadie conoce mejor que nosotros los problemas, porque nadie como nosotros hemos estado al lado de las causas y demandas de la gente, del pueblo, de todos los municipios del estado”, aseguró.
Amargo…amargo.- Por otro lado, por la calle Bravo, frente a las oficinas de Morena, Enrique Inzunza, primer orador de la fórmula al Senado, hacía esfuerzos por ser simpático, de ser un hombre adusto, ahora se esforzaba por ser simpático y con un discurso, cansado, donde a veces le metía enjundia para despertar a sus seguidores que seguían la trasmisión en casa, se presentaba como un hombre de segunda, ya que el primero es Rubén Rocha Moya, ambos nacidos en Batequitas, Badiraguato.
Le pidió a la oposición que se vaya acostumbrando a perder, porque van a seguir por el surco de la Cuarta Transformación con el Plan C.
Dijo que estaba ahí para ver en qué puede ser útil, porque al igual que todos los candidatos de Morena lo que buscan es un México con igualdad, justicia, pero nunca más con exclusiones.
El ex secretario de Gobierno, al igual que López Obrador, varias veces repitió al Benemérito de las Américas, al asegurar que si Juárez logró imponerse a los arrogantes y arbitrarios, la 4T se va a imponer contra los que andan ‘agavillados’.
“Esos que en todas las épocas piensan que por ser de condición adinerada están por encima de todos, de la gente, Juárez los pudo doblegar”, dijo.
En ese momento, se le pasó de que él es de esta casta de adinerados, por lo que en su discurso se deslindó de los ricos y quizá por ser de madrugada tuvo un lapsus porque se le olvidó que un día le sirvió a los priistas.
“A esos que entonces como ahora los vemos agavillados en torno a la derecha conservadora, reaccionaria y clasista que a lo largo de la historia ha tomado distintas formas y distintos nombres, la de hoy se llama PRIAN. Ahí están amafiados con ellos los ricos de México, aquellos que quieren que regresen los tiempos de corrupción y privilegios”, señaló.
Y como dice la abuela: esto apenas empieza… Lo que nos falta por ver y oír en estos tres meses de campaña.
