Culiacán, Sinaloa (Café Negro Portal). – El reloj marcaba unos minutos después de las tres de la tarde y los grupos de WhatsApp comenzaron a activarse con una noticia que, en ese momento, muchos dudaron de su veracidad: la captura de Ismael Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa.
“Es jueves, compren tortillas”, era uno de los mensajes recurrentes, evocando el día que resuena en la memoria colectiva de los sinaloenses, marco de los turbulentos eventos conocidos como los “Culiacanazos”, donde finalmente fue detenido Ovidio Guzmán López, hijo de uno de los capos más famoso del mundo.
“Plebes, ¿es cierto que agarraron al ‘Mayo’?”; “Dicen que cayó el ‘Señor del Sombrero’, plebada”; “Que se entregó el ‘Mayo’ en Texas”. En ese sentido fueron los mensajes que marcaron el fin de una era del Cártel de Sinaloa.
En cuestión de minutos, la confirmación de la noticia se propagó como fuego en la pradera: Ismael “El Mayo” Zambada, el último de los grandes capos del narcotráfico mexicano había sido capturado.
El hombre que durante décadas burló a las autoridades, convirtiéndose en una figura casi mítica, finalmente estaba en custodia, tras presuntamente entregarse de manera voluntaria al gobierno de Estados Unidos, junto con Joaquín Guzmán López (hermano de Ovidio), en un aeropuerto privado de El Paso, Texas.